¿Notas mal olor en tu flujo vaginal?
El flujo vaginal varía a veces en su cantidad, en su color o incluso en su textura. Son cambios normales que no deben preocuparte. Pero un cambio en el olor del flujo vaginal sí debe ser señal de alerta. Cuando es un olor fuerte y desagradable es porque la flora vaginal está alterada.
¿Qué significa esto? El interior de la vagina está recubierto por una capa de bacterias que tienen la doble función de protegernos de posibles infecciones y mantener el pH de la mucosa vaginal. Las distintas bacterias que forman parte de la flora vaginal, principalmente lactobacilos, se encuentran en distintas proporciones y deben estar en equilibrio.
Cuando hay un desequilibrio de la flora vaginal, es decir, cuando la proporción de unas bacterias u otras no es la adecuada, entonces hablamos de vaginosis bacteriana. Uno de los síntomas de este desequilibrio de la flora vaginal es un olor desagradable del flujo vaginal. También pueden percibirse otros cambios, como un flujo vaginal excesivo y molestias en la vagina.
Para aliviar estos síntomas hay que actuar sobre la composición de bacterias de la flora vaginal y sobre el pH de la mucosa. El ácido láctico neutraliza el olor desagradable y restablece el pH normal de la vagina. Por otro lado, hay que aportar nutrientes a las bacterias beneficiosas de la vagina para que crezcan y se restablezca la composición de la flora vaginal de forma adecuada. Existen geles vaginales que cumplen este doble propósito: restablecen el equilibrio de la flora vaginal, por un lado, y rectifican el pH de la mucosa vaginal.
Productos específicos como GineCanesbalance® te ayudan a curar la vaginosis bacteriana. En cuanto tu flora vaginal recupere sus condiciones normales, dejarás de notar los molestos síntomas en la zona íntima. Recuerda que, además, una correcta alimentación y unos hábitos de vida saludables contribuyen a mantener tu salud íntima.